Es un innovador material de construcción. Se trata de un cemento natural
fabricado en base a bacterias, globalmente abundantes, y que pueden ser
extraídas de desechos La construcción se basa en una paleta limitada
de materiales tradicionales: concreto, vidrio, acero y madera.
Los materiales tradicionales contienen una
energía altamente incorporada y dependen en gran medida de recursos naturales
limitados. La fabricación de concreto utiliza piedra caliza convertida en
cemento Portland a través de procesos de alto calor.
Tanto la fabricación de concreto como de arcilla
incluyen procesos de alto consumo de energía para la extracción de materias
primas, transporte y fuentes de combustible para hornos de calefacción. La
industria del cemento representa aproximadamente el 5% de las emisiones
globales de dióxido de carbono.
bioMASON, es una compañía dirigida por la arquitecta Ginger Dosier, que se
dedica a “cultivar” ladrillos biológicos hechos con la mezcla que describimos en la introducción de
esta nota. “Nos basamos en microorganismos para crear materiales que
remplacen a los utilizados en las construcciones. A diferencia de los que
están hechos con arcilla o concreto, bioMASON se produce sin calor extra y a
temperatura ambiente. El resultado son tabiques con la misma resistencia,
similar tiempo de producción y paridad económica”, detalló Dosier.
La importancia de esta iniciativa le valió a la
autora un premio estímulo de 500,000 euros en el Green Challenge 2013 para
poner en práctica esta iniciativa. ¿A dónde apunta Dosier con su
emprendimiento? “Creo que reducir las emisiones y la contaminación es
importante, pero creo que nuestra meta debería ser más idílica: una red
sustentable que haga uso de la basura que produce en lugar de únicamente
generar menos”.
El proceso de crecimiento de los tabiques es
similar al de la hidroponía, por lo que las unidades mezcladas con el
microorganismo se alimentan con una solución acuosa para endurecer los
ladrillos según las especificaciones. Los ladrillos tradicionales se
forman en unidades de ladrillo y luego se queman para endurecer. El
proceso de BioMASON simplemente elimina la necesidad de cocción al reemplazar
el proceso de curado/endurecimiento con la formación de cemento estructural
controlado biológicamente a temperatura ambiente. Un tabique endurecido
requiere menos de 5 días para formarse y es comparable en coste y rendimiento a
la mampostería tradicional. Original en http://noticias.arq.com.mx/Detalles/16985.html#.XJMPm8lKjcc
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